Las obras, que se comenzaron en el mes de octubre de 2018, recogían la alternativa nº 2 de las diferentes estudiadas, que contemplaba la disminución de la sección de la alcantarilla de la avenida Pirineos a la confluencia la avenida del Castillo a un diámetro 300 mm, por lo que las aguas pluviales se dirigen hacia un nuevo colector lector de 1000 mm de diámetro que conduce las aguas hacia el río Ter, cruzando las vías de tren y la carretera, y vertiendo las aguas por el vertido existente situado en la prolongación de la calle Núria.

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Las características de las obras han sido las que se indican a continuación

DEMOLICIONES Y MOVIMIENTOS DE TIERRAS PREVIOS

Se procedió al corte con sierra de disco del pavimento asfáltico de la avenida Pirineos, quedando delimitado el espacio donde se realizó la zanja. En la otra parte de las actuaciones, respecto la línea de ferrocarril y la carretera, también se cortó con disco el pavimento de hormigón existente, a fin de delimitar la superficie de pavimento.

Fue necesario la excavación en desmonte de unos terrenos en la parte este de la vía del ferrocarril, justo al lado de donde se ejecutó el cruce subterráneo de la infraestructura de drenaje.

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CRUCE LINEA FERROCARRIL Y CARRETERA BV-5626

Para poder llevar a cabo el cruce de estas infraestructuras, sin afectar al correcto funcionamiento del tráfico ferroviario y de vehículos, hubo que llevar a cabo una hinca en percusión, a la profundidad de 5 metros, que permitió la colocación de una vaina mediante tubería de acero de 1220 mm de diámetro, en la que se ubicaron los tubos de polietileno de 1000 mm de diámetro correspondientes a la nueva red de drenaje.
Paralelamente al trazado de esta hinca a percusión se realizaron dos perforaciones horizontales dirigidas, que permitan el paso de la conducción eléctrica y la tubería de impulsión de aguas.

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EXCAVACIÓN DE LAS ZANJAS

La excavación de las zanjas se realizó mediante máquinas retroexcavadoras en terreno arcilloso, a una profundidad mínima de 1,00 m desde la superficie de la calzada o el terreno natural a la generatriz superior de la tubería. También hubo que tener en cuenta que la anchura de la zanja permitiera un espacio libre entre la pared lateral de la tubería y la pared de la zanja de al menos 30 cm por lado, y dejar una separación libre entre los tubos de aguas residuales y el de aguas pluviales de 30 cm.

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TUBERÍAS

Los sumideros y colectores de aguas pluviales se han colocado de polietileno (PE) de doble pared de color negro, corrugado por fuera y liso por dentro con junta elástica, de diámetro 1000 mm.
Se comprobó la perfecta alineación y pendiente de los tubos, teniendo especial cuidado en que en la primera capa de terraplenado no haya rocas que puedan producir roturas de tubos.En cuanto a las aguas residuales, los colectores serán de polietileno (PE) de 90 mm de diámetro y 16 bar de presión nominal.

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ZANJAS Y ACABADOS SUPERFICIALES

El relleno de las zanjas se realizó en capas de 25 cm como máximo, todas ellas compactadas para conseguir un grado de compactación del 98% del Proctor modificado, para evitar asentamientos diferenciales del terreno a lo largo del tiempo por efecto de la consolidación del relleno.
La parte superior de la zanja se rellenó con zahorra artificial de 20 cm de espesor donde luego se colocó hormigón ó asfalto.

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POZOS DE REGISTRO

Se construyeron 18 pozos de registro o de resalto, realizando una solera de 15 cm. de espesor con hormigón.
Las paredes de los pozos se ejecutaron con piezas prefabricadas de hormigón de 1,20 m. de diámetro, colocándose un cono prefabricado de hormigón en la parte superior del pozo, con marco y tapa de fundición de 60 cm. de diámetro de clase D-400 (grupo 4).

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BARRERAS DE MADERA

Por último, en algunas zonas de paso de peatones, se colocaron barreras de madera ecológicas para delimitar las zonas de viandantes

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