Se comenzó a trabajar en el cosido transversal del tablero en los vanos 2, 3 y 4 realizándose 24 perforaciones pasantes de 6,8 m y el cosido de 16 piezas de sillería que se habían desplazado debido al tráfico que soportaba la carretera nacional N-634 y al “trabajo” de las aguas que han ido debilitando la estructura. También se comenzaron las labores de llagueado del puente exceptuando las bóvedas en las que se estaba perforando. El llagueado, más allá de un acabado meramente estético proporciona estanqueidad a la estructura evitando el lavado del relleno y fortaleciendo así el conjunto.

Desde un primer momento se planteó realizar esta segunda fase prescindiendo de elementos fijos como andamios, estructuras temporales o cualquier otro elemento que hubiese que dejar en el cauce durante las noches o fines de semana.  Tecyrsa perseveró en sus tareas volviendo a ejecutar todo el trabajo en tierras para comenzar lo antes posible con las cimentaciones de las que era necesario actuar en cada una de las 4 pilas de esta fase.

En las pilas 3 y 4 la reparación consistía en un refuerzo de la cimentación en la zona del tajamar dónde también se observaron faltas en piedras por lo que se procedió a armar dichas oquedades. En cambio la pila 2 tiene un encofrado que rodea totalmente la cimentación y el refuerzo de la cimentación de la pila 1 consiste en tajamar y lado interior del vano2. Todos los encofrados se han elaborado construyendo “quillas de barco” (pilas 3 y 4) o barcos completos (pila 2) con chapa de 3 mm de acero que se ancla a la piedra sana mediante barras roscadas sujetas por resina epoxi.

Previo al hormigonado se ha construido una balsa de decantación de 5x5x1 m lo que cubica unos 25 m3, sellada con doble capa de geotextil colocado a 90º,  a la que irán a desaguar las dos bombas pequeñas que se colocarán en el perímetro cercano al encofrado para que, en caso de fuga en el hormigonado, eviten un vertido al río, inaceptable medioambientalmente . Los requerimientos medioambientales en esta obra están siendo realmente exigentes al estar en un cauce salmonero, dentro de una zona de especial protección de aves (ZEPA) y anexa a una aliseda igualmente protegida.

Se han hormigonado las pilas 4 y 3, con éxito y sin fugas ni vertidos indeseados habiendo creado con los encofrados volúmenes estancos gracias a trabajos con fondos de junta, geotextiles, nervometal,… El hormigón utilizado ha sido un hormigón autonivelante de alta resistencia y fraguado rápido similar al utilizado en la fase I para el refuerzo de las vigas PI pero con una formulación ligeramente modificada que nos proporciona dicho curado y resistencia a bajas temperaturas en medios muy húmedos (prácticamente subacuáticos).

Continuando con las labores de cosido se han introducido barras de acero de alta resistencia gewi, con placas también de acero de 15 mm de espesor, se han sellado y se han inyectado con lechada cementosa hasta que se ha observado que la inyección salía por el inyector del lado opuesto. Tras dejar curar esta lechada se han apretado los pernos y se procederá a tapar los emboquilles con un material que se mimetice al máximo con la piedra circundante de forma que se oculte la actuación.

Se están colocando las juntas de dilatación pendientes de ejecutar de la fase I. En este caso se ha optado por un perfil de compresión, por su buena durabilidad y resultados. Para la ejecución de la junta se hace un corte simétrico sobre la junta que servirá para hacer las transiciones con mortero de alta resistencia al tiempo que se preparan las “cunas” de los perfiles. Se coloca una lámina de SIKADUR COMBIFLEX en la parte inferior de la cuna que asegurará la estanqueidad de la junta, posteriormente se encofra dejando el ancho del perfil de compresión ligeramente comprimido. Se introduce el perfil y se “pintan” las transiciones con un betún epoxídico sobre el que se extiende una capa de carborundo antes de su curado de forma que se asegura que la calzada siga proporcionando una correcta rugosidad.


Haga clic para ampliar la imagen